Vencedores de problemas – Pablo Sparta

Vencedores de problemas
Estudio sobre los problemas y cómo enfrentarlos. Incluye MP3 al final del escrito.
“Justo cuando”
No son raras las ocasiones en la vida cuando parece que todo va bien e inesperadamente pasa algo malo. En un momento cualquiera, pero siempre inoportuno, se nos “viene el mundo abajo”. Aparecen las expresiones con del tipo justo-cuando: “justo cuando podría disfrutar de la vida me enfermo”, “justo cuando obtengo un crédito me quedo sin trabajo”, “justo cuando me enamoro de verdad, la otra persona se da cuenta que no está enamorada”, “justo cuando decido hacer las cosas bien, sufro un accidente”, “justo cuando…”. ¡El “justocuandismo” es el arte de indicar que algo malo ocurre en el peor momento posible!
La historia de José nos muestra a un adolescente de 17 años1 recién despertando a la vida, con una gran inteligencia, desmedidamente querido por su padre y perteneciente a una familia con una muy buena provisión económica. Sumado a lo anterior, el conocía a Dios y el Señor le había concedido un discernimiento sobrenatural acerca de misterios y del futuro. Todo era bueno y prometedor para él, pero en unas pocas horas su vida cambia para siempre al ser traicionado, vendido, desarraigado y esclavizado. Su vida privilegiada se transformó en una vida sin privilegio alguno, llena de injusticias y vejámenes.
Mil problemas
La vida en el mundo presenta pruebas, tribulaciones, dificultades, privaciones y calamidades2. Los cristianos no son ninguna excepción y está subrayado en la Biblia diciendo que “en este mundo afrontarán aflicciones”3 y que “muchas son las angustias del justo”4.
Sería irreal pensar que no pasaremos problemas de ninguna índole, todos los seres humanos estamos bajo las mismas reglas y las dificultades no respetan rangos, posiciones, razas, coeficientes intelectuales… ni siquiera la espiritualidad de las personas. La Biblia remarca para aquellos que son justos (los declarados justos por Dios) que tendran muchas angustias.
Hay problemas de salud. Algunos graves con riesgo de vida, otros no graves pero dolorosos, y aún otros ni graves ni dolorosos aunque si crónicos y largos. Hay enfermedades físicas, psíquicas y mentales; hay accidentes y hay agresiones. Puede afectar las salud propia o de un ser querido. Y finalmente, derivan en la muerte. Cualquiera de ellos, en cualquier estadio, generan angustias, dolor y molestias.
También hay problemas económicos. Por falta de trabajo, por falta de capacidad, por falta de deseos de trabajar. Por mala remuneración, por mala administración, por grandes necesidades de gastos (enfermedades, etc.). Por accidentes,cataclismos, guerras.
Y deberíamos añadir los problemas de relación, de vocación, de desiluciones, de traiciones, etc.
En la vida padeceremos uno o más de éstos, y debemos estar preparados. La Biblia lo preanuncia para que no nos engañemos pensando en que todo irá de mil maravillas.
Sin embargo lo grave no es que aparezcan los problemas, sino a dónde vamos a parar por esos problemas: cómo quedamos, cómo termina todo.
Problemas con propósito
Volvamos a la historia de José. Durante 13 años vivió gran cantidad de situaciones adversas, incluyendo acusaciones falsas y un extenso encarcelamiento. Pero llegó el momento en que todo cambió milagrosamente y llegó a ser la persona más influyente del país de un día para el otro. Finalmente se reencontró con sus hermanos en una situación muy ventajosa para él y en vez de tomar venganza o al menos hacer justicia, dijo las siguientes palabras: “por favor no se aflijan más ni se reprochen el haberme vendido, pues en realidad fue Dios quien me mandó delante de ustedes para salvar vidas. Desde hace dos años la región está sufriendo de hambre, y todavía faltan cinco años más en que no habrá siembras ni cosechas. Por eso Dios me envió delante de ustedes: para salvarles la vida de manera extraordinaria y de ese modo asegurarles descendencia sobre la tierra. Fue Dios quien me envió aquí, y no ustedes. Él me ha puesto como asesor del faraón y administrador de su casa, y como gobernador de todo Egipto.”5
Evidentemente José había entendido que las injusticias, el secuestro, la pérdida de la adolescencia y juventud, los trabajos forzados, las situaciones violentas, las calumnias y la cárcel… ¡eran situaciones que Dios mismo había provisto!
El cristiano no puede dejar de pensar que Dios está en control de todo. Y que todo está de acuerdo con Su plan, y que finalmente será de bendición. La Escritura dice “Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito” (Romanos 8:28 NVI), lo que significa que aún los males -por nefastos e incomprensibles que sean- servirán a un buen propósito final.
Aún creyendo esta gran verdad, el “problema del problema” es atraversarlo y superarlo. Nuestro Padre, a través de Su palabra, no nos deja sin respuesta.
Clave #1: Cristo en el corazón
Estas son las palabras del Señor Jesús: “Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo.”6
Ningún consejo será suficiente contra las aflicciones de esta tierra si no tenemos una relación viva y real con Jesucristo. Sólo el ha vencido al mundo y solo el puede dar esa calidad de paz7 que supera la aflicción. Esa relación de vida inicia en el momento que nos reconocemos pecadores, nos arrepentimos8 y creemos con fe en Cristo9 como el único que puede salvarnos de nuestros propios pecados.
Este acto no debe ser tomado a la ligera ni desestimado. Es un nuevo nacimiento espiritual10 que cambiará nuestra vida para siempre.
Clave #2: llevar a Dios el problema
“No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.” Filipenses 4:6-7 NVI
La desesperación y ansiedad no nos llevarán a nada bueno. En vez de ello, siempre que podamos, llevemos nuestros problemas a Dios en oración. No sólo exponer nuestro problema delante de él, sino pedirle que intervenga y lo resuelva. La oración no es solamente una descarga emocional sino una comunicación real en el Señor que provoca la acción de Dios a nuestro favor. El que pide orando encuentra respuesta a su petición.
Un aspecto importante para que la oración sea efectiva es el perdón. Si hemos pecado, arrepentirnos y recibir el perdón de Dios. Pero si el problema que tenemos es derivado de la mala acción del otro, también debemos hacer algo.
“Por eso les digo: Crean que ya han recibido todo lo que estén pidiendo en oración, y lo obtendrán. Y cuando estén orando, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que también su Padre que está en el cielo les perdone a ustedes sus pecados.” Marcos 11:24-25 NVI
Otorgar el perdón, aunque sea muy difícil, nos aliviana el sufrimiento y depeja el camino para la respuesta de Dios.
Clave #3: fe en un final feliz
“Muchas son las angustias del justo, pero el SEÑOR lo librará de todas ellas;” Salmos 34:19 NVI
No hablamos de saber que Dios está en control de todo, sino de confiar plenamente en el propósito de Dios. En la historia de José que hemos visto, nunca se indica que él haya quedado sin esperanzani que haya renegado de su fe. Otros hombres de fe han demostrado ese mismo temple, como por ejemplo Abraham cuando estaba ante la inminente muerte de su único hijo11.
La fe es el ingrediente fundamental para pasar de lo natural a lo sobrenatural. Es lo que nos hace ver lo que no se ve, lo que nos da la certeza de un final feliz. Aún cuando la salida sea muy difícil o si no vemos la salida, debemos utilizar este recurso espiritual de la fe, fortalecer la esperanza en la intervención del Señor y caminar como “viendo al Invisible”12 andando junto a nosotros.
Clave #4: sin porqués
“Y ahora, amados hermanos, una cosa más para terminar. Concéntrense en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo bello y todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes y dignas de alabanza.” Filipenses 4:8 NTV
Creemos firmemente que Dios tiene un propósito detrás de cada hecho en nuestras vidas. Nada lo toma por sorpresa, nunca está desprevenido. Todo tiene un porqué.
Pero tengamos mucha atención en esto: nosotros no tenemos por qué conocer el porqué. El propósito de los problemas en nuestra vida los sabe Dios, y a veces y a su tiempo el lo revela… y otras no. Nuestro caminar cristiano no puede depender de entender el por qué. Sin duda José no entendía todas las injusticias que vivía y no le entraría en la cabeza que un Dios bueno permita que sufra violencia, secuestro, privación ilegítima de la libertad y tantas otras cosas. Pero ello no le impidió avanzar en su vida. El sacó de sus pensamientos los “porqués” y se centró en otra cosa.
El consejo bíblico es que luego de dejar nuestra petición al Señor mediante la oración, centremos nuestra mente en cosas buenas y útiles. Debemos tomar dominio de nuestros pensamientos y deliberadamente pensar cosas excelentes, nobles, correctas, admirables, dignas de elogio y reconocimiento. Ocupemos la mente de estas cosas hasta que quede llena sólo de eso. No nos “devanemos13 los sesos” tratando de entender los propósitos de Dios. En vez de ello, confiemos en el criterio del Señor y llenemos nuestro pensamiento de cosas buenas.
Ahora todo junto
Cuando aparezcan los problemas, los hijos de Dios procedemos a
-
llevar nuestra petición al Señor,
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ejercer fe en la intervención de Dios
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y llenar nuestra mente de buenos pensamientos.
Finalmente comprobaremos que a los que aman a Dios (como nosotros, como José), ¡todas las cosas les ayudan a bien!
Vencedores de problemas
Pablo Sparta, 14/02/2016
Parte de la serie Prédicas únicas, sin serie, predicado el Domingo mañana
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1“Esta es la historia de la familia de Jacob: José, siendo de edad de diecisiete años, apacentaba las ovejas con sus hermanos; y el joven estaba con los hijos de Bilha y con los hijos de Zilpa, mujeres de su padre; e informaba José a su padre la mala fama de ellos.” Génesis 37:2 RV1960 (T)
22 Corintios 6:4
3“Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo.” Juan 16:33 NVI
4“Muchas son las angustias del justo, pero el SEÑOR lo librará de todas ellas;” Salmos 34:19 NVI
5Génesis 45:4-8 NVI
6Juan 16:33 NVI
7“La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden.” Juan 14:27 NVI
8“Por tanto, para que sean borrados sus pecados, arrepiéntanse y vuélvanse a Dios, a fin de que vengan tiempos de descanso de parte del Señor,” Hechos 3:19 NVI
9“—Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia serán salvos —le contestaron.” Hechos 16:31 NVI
10“—De veras te aseguro que quien no nazca de nuevo[a] no puede ver el reino de Dios —dijo Jesús.” Juan 3:3 NVI
11“Por la fe Abraham, que había recibido las promesas, fue puesto a prueba y ofreció a Isaac, su hijo único, a pesar de que Dios le había dicho: «Tu descendencia se establecerá por medio de Isaac.»[b] Consideraba Abraham que Dios tiene poder hasta para resucitar a los muertos, y así, en sentido figurado, recobró a Isaac de entre los muertos.” Hebreos 11:17-19 NVI
12“Por la fe salió de Egipto sin tenerle miedo a la ira del rey, pues se mantuvo firme como si estuviera viendo al Invisible.” Hebreos 11:27 NVI
13Devanar: enrollar un hilo, un alambre o algo semejante alrededor de un eje formando un ovillo o madeja